miércoles, 1 de diciembre de 2010

Segura de que lo imposible saldrá...

Lucía el sol pero hacía frío...

La gente tenía sueño.

Los días eran iguales

Y

Llevábamos cuenta atrás.


Abriste la puerta y miraste por primera vez. Yo miré también,

mientras estaba tomando algo... no me acuerdo ya ni qué.

No nos conocíamos.


Ya ven, quizás parecía ser algo que comenzase una historia larga como en las películas,

cuando a la chica se le caen el mechero y él se lo recoge, o cuando se quedan encerrados en un baño por confusión.


Pero se equivocan.

En vez de ir hacia adelante, todo iba hacia atrás.

Lejos quedaba el pensamiento imaginado de dar un paseo bajo el sutil calor en las noche de agosto...

Aunque éste nunca se iba del todo.
Mientras tanto los días corrían hasta que llegaron a su meta.
Tu cara se mostraba distinta. A los pocos días, me fui.


Entonces todo se redujo a planear como sería lo próximo. Mis esfuerzos por parecer encantadora.

Mi vuelta otra vez a aquel lugar, después de ya finalizado el verano.... ya nada era lo mismo.


Supe... No te quería. Claro que no. Pero el helado de chocolate me hacen acordarme de ti.


Me di cuenta ahora. Y de que todo sigue igual.


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